sábado, 14 de diciembre de 2013

Revolución rusa: los errores del pasado no deben influir en el futuro.

Apuesto a que con el título te esperas un post anti-comunista cuyo fin sea atacar directamente al comunismo por las brutalidades cometidas por la revolución rusa: este no es el caso, sino proponer una forma de instaurar el comunismo limitando dichas brutalidades.

Para clasificar a la población, económicamente hablando, se puede hacer de dos maneras: atendiendo a si la persona trabaja para sí misma o a los ingresos en sí. Si vemos el hecho de que la persona trabaje o no para sí misma, tenemos las clases "burguesa" y "proletaria" (de las que tanto les gusta hablar a los marxistas), y atendiendo solo a los ingresos tenemos las clases "baja", "media" y "alta". Es obvio que ambas clasificaciones tomadas por separado dan imágenes sesgadas, con resultados bastante precarios (por ejemplo, en la revolución rusa, se trataba igual a todos a los que se consideraba "burgueses", es decir, que trabajasen para sí mismos, fuesen simples campesinos que habían comprado sus tierras (kulaks), pequeños empresarios o grandes terratenientes).

Pero, tomadas en conjunto, tenemos una visión mucho más amplia, más "global" de la población económicamente hablando. Así, tenemos las siguientes clases (voy a cambiar burguesa por empresarial, dado que se entiende mejor y son sinónimas):

Proletaria baja: personas que son asalariadas y cuyos ingresos son precarios. Suponen la mayor parte de la población, y la que peor vive. Un ejemplo de esta clase es el de los obreros de la construcción (no todos, pero bastantes).
Empresarial baja: personas que tienen una pequeña empresa y cuyos ingresos son bajos. Viven ligeramente mejor que los de la clase proletaria baja debido a que son sus propios jefes.
Proletaria media: personas que son asalariadas y cuyos ingresos son suficientes para vivir de forma digna. Un ejemplo son los funcionarios (por regla general) o los trabajadores cualificados (abogados de un bufete, arquitectos y aparejadores...).
Empresarial media: propietarios de medianas empresas. Sus ingresos son los suficientes para vivir de forma digna.
Proletaria alta: personas con unos ingresos muy superiores a la media y que trabajan para otros. Un ejemplo son los altos cargos (secretarios de estado, directores generales...) o los deportistas de élite (por desgracia).
Empresarial alta: personas que tienen grandes empresas en su propiedad. Sus ingresos son muy elevados y además controlan gran cantidad de medios de producción.

Esto ha de quedar claro: el sistema de clasificación, si bien es mejor que los anteriores, es mejorable, obviamente. No espero que se convierta en una clasificación fija, sino que se vaya flexibilizando conforme vayamos añadiendo variables.

Y ahora, esto sí que tiene que ver con la historia, el motivo por el cual por el que hago el post. Es obvio que los comunistas en 1917 no tenían esta distinción en mente: solo distinguían entre burgueses y proletarios, es decir, gente que controla sus medios de producción y gente que no. Como ya hemos visto, esto es un gran error, y sus consecuencias fueron fatales. En la revolución rusa, la mayor parte de la violencia fue dirigida hacia los de la clase empresarial baja (más numerosa), que en Rusia eran principalmente pequeños empresarios y kulaks, campesinos que habían conseguido, muy duramente, eso sí, comprar sus tierras. Pero, claro, al controlar sus tierras, se convertían en "enemigos" de la clase trabajadora y tenían que ser eliminados (y lo fueron). Esto no tenía por qué haber ocurrido, ya que los kulaks no eran culpables de ninguno de los problemas que había en la sociedad rusa de la época. De hecho, posiblemente, de no haber actuado contra ellos, habrían apoyado la revolución, ya que, realmente, no habría implicado nada contra ellos, de no haberse actuado así, a lo loco.

Otro ejemplo son los actuales "autónomos". Estos, según la clasificación comunista, posiblemente serían considerados como enemigos ya que controlan sus propios medios de producción. Sin embargo, no solo no tienen la culpa de nada sino que sus condiciones son tan precarias como las de cualquier obrero.

Quiero finalizar diciendo que un cambio (ya sea una reforma o una revolución) no debería ir dirigido solamente a que el trabajador sea propietario o copropietario de los medios de producción, sino a un reparto más justo de las riquezas. Y, cuando digo justo, que se pondere de una forma que sea la misma para todas las personas, sin que haya más discriminaciones que las debidas a las propias capacidades de cada uno (y que estas últimas no sean realmente grandes), ya que no todas las personas tienen la misma fuerza, ni todas tienen la misma inteligencia. Esto último no debe ser un recurso para los neoliberales de poca monta del PP, sino que debe incluirse también en el sistema (ya visto como de tipo socialista)

2 comentarios:

  1. Los propietarios de medios de producción con pocos ingresos, "clase empresarial baja/media" como tú les llamas, forman la "pequeña burguesía", y ya era tenida en cuenta desde tiempos de Marx.
    Efectivamente, parece una clase que, por su posición económica, puede incluso ser una fuerza de apoyo para el proletariado, pero es su propia naturaleza a medio camino entre burgués (son propietarios) y proletarios (actúan como agentes directos en la producción) la que hace de ella una clase muy variable a la hora de escoger si alinearse con las fuerzas de la revolución o con las de la reacción (y la historia lo demuestra).
    Como capitalistas que son, generan capital (perdón por la cacofonía), por lo que su poder socioeconómico se incrementa con él. Si nos cargamos (con sentido de quitar privilegios) a la gran burguesía monopolista y no a esta pequeña burguesía permitimos que el germen del capital se refugie en ellas. Al final, llegaremos a un punto en el que un puñado de pequeñoburgueses habrán acumulado tal poder que ya serán irremediablemente capitalistas monopolistas y aplastarán a los demás, que se hundirán inevitablemente en el proletariado (y esto sucede continuamente). Para destruir el capitalismo hay que eliminar hasta las capas más bajas de la clase explotadora, porque es precisamente el capital lo que les permite aplastar al resto de clases, e incluso a los de la suya.
    Otra cosa que hay que tener muy clara es que cuando los comunistas hablamos de "eliminar a la pequeñaburguesía" no nos referimos a "matarla". Lo digo porque despues de leer el artículo tengo la impresión de que te lo tomas con ese significado. "Eliminar a la pequeñaburguesía" significa expropiar sus propiedades (medios de producción y tal...). Esto no tendría que derivar en violencia a no ser que, efectivamente, esta emplee la violencia para impedirlo, que es lo usual. Como los kulaks en la URSS, que saboteaban la producción y quemaban las cosechas y los prados, causando un buen puñado de muertos de hambre.

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    1. No me refiero a que esos "pequeñoburgueses" que dices no puedan ser un peligro (si no se cambia el sistema), sino de cambiar el sistema de forma que no supongan un peligro (podemos hacer las cosas de forma que se conviertan en un aliado al perseguir un objetivo común). Y, respecto a que los kulaks quemaban las cosechas, sabes que no es más que una excusa que empleó Stalin para enviarlos a Siberia. De hecho, si no hubiesen cargado contra ellos primero, habrían apoyado la revolución.

      Con eso me refiero en este post: la revolución rusa tuvo el error de no haber utilizado como aliados a la pequeña burguesía. No quiero decir con esto que estuviese dirigida por los pequeñoburgueses, sino que se persiguiesen objetivos comunes y se hiciesen las cosas de forma que no saliesen perjudicados. Como decía Lincoln, "la mejor forma de acabar con los enemigos es convertirlos en amigos".

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